Hoy vengo a hablaros sobre el proyecto "Pluma y
arroba" realizado por José Dulac, que como expondré posteriormente, se
trata de un proyecto basado en los drones, sobre todo enfocados hacia la
enseñanza de todo tipo de personas, ya sean niños, adolescentes o personas
mayores.
Al proyecto lo denominamos “Pluma y Arroba” para darle un
nombre menos personalizado. El mío, José Dulac, es conocido, pero este proyecto
es una entidad investigadora, colaborativa, donde agrupamos todos los proyectos
que lanzamos a través de las redes sociales y colaboraciones con universidades
e identidades. Este proyecto está formado por un grupo de profesores que lo
realiza y que está abierto a quien quiera sumarse.
El profesor, con un valor inmenso, ha
integrado la tecnología a un ritmo tal cual se le ha ofertado. Ha habido muchos
cambios tecnológicos en muy poco tiempo. Desde principios de los 90 hasta
ahora, la cantidad de dispositivos que han ido llegando a las aulas ha sido
inmenso. Muchas veces, complicándoles el trabajo más que facilitándoselo.
Las tecnologías digitales triunfan si se combinan varios
factores: la facilidad de uso de la herramienta, la rentabilidad del tiempo que
hay que dedicarle y la eficacia con resultado final para mejorar la enseñanza.
En la combinación de las tres se aglutina el éxito.
Ha habido mucha formación
técnica, sin aspectos didácticos. Y a veces muy teórica. La formación de los
docentes debe ser práctica y didáctica. Cuando trabajamos delante de 25 o 30
alumnos, necesitas formarte en recursos y herramientas didácticas que te ayuden
a utilizarlas en el momento que sea necesario.
Las competencias digitales. Empezaríamos por unas
habilidades comunicativas. En las facultades se están haciendo esfuerzos para
enseñar a comunicar, pero hay que aprender a transmitir. Por otro lado, hay que
emocionar. Si no me creo y estoy entusiasmado con lo que hago, no lo puedo
transmitir. Y, en último lugar, habilidades tecnológicas, de gestión de equipos,
de habilidades propias de cualquier ser humano de este siglo.
La innovación se hace en varios niveles, desde las aulas,
hasta en el propio centro. Innovar en el aula, innovar en educación, supone
cambio sin destrucción. Se debe cambiar para mejorar. Por ejemplo, las pizarras
digitales aparecen en 2004/2005 en las aulas y cuando aparecen las tablets,
muchos decían “quita las pizarras y pon las tablets.” Perdón, la pizarra
convive con las tablets. Todo lo que sea destruir, aunque a veces parezca
conveniente, no es el mejor camino. Hay que aprovechar todos los recursos
disponibles.
La innovación no es solo tecnológica, es sobre todo
metodológica. Además, los avances en neurodidáctica nos van a enseñar que lo
que ahora creemos que es lo más conveniente
no lo es con una lectura clara y científica. Nos van a enseñar que no
hay que dejar de lado las materias humanistas y artísticas que tanto estamos
olvidando.
En resumen, la innovación es cambiar para mejorar.
Trabajamos nuestro planteamiento sobre la “drónica
didáctica”, consiste en trabajar con drones en el aula. Sacamos unas respuestas
de ilusión y emoción muy buenas. Por ese motivo, el verano del 2018 organizamos
un curso de formación que estamos impartiendo por toda España. “Drónica
didáctica”, es decir, enseñar con drones, en las que estamos trabajando todas
las áreas de forma transversal. Gracias a ello, conseguimos una mayor motivación
en alumnos y profesores. Además, unos resultados en destrezas y habilidades de
motricidad y capturas de imágenes de gran valor didáctico.
Cuando visité la exposición de Leonardo en Madrid,
entendí que era una oportunidad única al cumplirse los 500 años de su muerte en
2019, decidí hacer un proyecto STEAM, porque el cumple las siglas en todas sus
reglas. Esto nos ha llevado a iniciar un proyecto que ha crecido muy bien y que
está teniendo mucho éxito allá donde lo presentamos.
Este proyecto posee tres factores: la interactividad basada
en tablets, la evolución de la escritura y el dibujo. La imagen dibujando sobre
todo tipo de soportes la pasamos a la realidad virtual 360 y terminamos con
robóticas y máquinas.
Al final, para conocer la robótica hay que indagar en el
pasado de las ciencias, saber en qué se fundamente toda la tecnología que
manejamos hoy en día. Este aprendizaje lo gestiona el profesor, pero los
estudiantes trabajan de manera autónoma entregando finalmente sus proyectos. Lo
presentan a sus compañeros y toman notas en un cuaderno de trabajo tal cuál lo
hizo Leonardo. Lo mejor de este proyecto es su transversalidad, gracias a esto
podemos trabajarlo en cualquier materia. (Dulac, 2019)
Dulac, J. (2019 de Abril de 22). Trabajar con drones
en el aula favorece la motivación de los estudiantes. (M. Ruíz, Entrevistador)